“Entonces, ¿qué es lo que quiero?” No paro de formular esa
pregunta en mi cabeza una y otra vez. Como si repetirla fuese a reducir las
corrientes de pensamientos negativos que cruzan mi mente y recorren mi cuerpo.
Es una pregunta simple, sin complicaciones.
Ojalá su simplicidad fuese real, pero no. No es más que una
mera apariencia que te atrapa para hacerte creer que sigues el camino fácil.
Cada vez que algo negativo quiere invadir mi mente rápidamente digo qué es lo
que quiero realmente, pero ¿qué es?
Solo aleja los pensamientos que pretenden joderme la
existencia por unos breves momentos y, si hay suerte, quizás un día entero. Un día
en el que mis vibraciones pasan a ser positivas y hago que la ley de la
atracción trabaje a mi favor y no en contra, como normalmente suele hacer. Y
ahora, justo ahora, voy en contra de dicha atracción, emano vibraciones
negativas que se volverán hacia mí para devorar todo aquello que quede.
Entonces, ¿Qué es lo que quiero?
Estamos en ese punto otra vez, huyo del “no” para no enlazar
mis pensamientos con eso que intento evitar, pero siempre vuelve como si fuese
ese herpes que no quieres tener pero que al final acaba saliendo y te acompaña
toda tu vida. Mierda. Entonces, ¿qué es lo que quiero? Mi cabeza casi explota
con todos los pensamientos que genera y todos ellos para intentar tapar
aquellos que van en contra de la ley de la atracción. Poco a poco empiezo a
darme por vencida; quizás la ley de la atracción funcionase únicamente por un día
y es por eso por lo que al siguiente te despiertas como si estuvieras de
resaca.
Mis esperanzas y fuerzas se agotan. Solo quiero la ayuda de
algo que me reconforte y me dé algo de estabilidad, pero sin saber lo que uno
quiere no puede ser. Ya no es solo que sea un plasma negro cargado de
pesimismo, ahora influye mi indecisión, mi pérdida en el mundo. Quiero elegir
una cosa, pero de repente me llama la atención otra que quizás pueda ser mejor.
Ahí crece mi dilema de lo que está bien y lo que no, y de si juego en el bando
de las vibraciones negativas o positivas o, quizá simplemente estoy en un
limbo: perdida y esperando encontrar la persona que realmente soy. Entonces, ¿qué
es lo que quiero?
A más ver, Samantha Wind