Llena de unos sentimientos que me vacían el interior. Hundiéndome y perdiéndome en interminables fondos de luz inexistente.
Busco a tientas una mano amiga que sepa guiarme allá a donde yo no supe ir.
Rayos de claridad que se desvanecen; creo poder escapar pero se trata de algo fugaz.
Oscuridades que me absorben y me envuelven; mientras ríos de agua cristalina se extienden por mis mejillas buscando una desembocadura lejana de su nacer, pues temen descubrir su origen.
Veo el pasado y me asusta.
Pienso en el presente y me asusta.
Imagino el futuro y me asusta.
No sé qué esperar y me da miedo preguntar.
Ecos de vacíos recuerdos amargan mi interior, quemándolo, abrasándolo, destrozándolo, pulverizándolo…
Qué más queda para mí.
Qué más puedo pedir.
Muertos que resucitan y me atormentan.
Fantasmas que me persiguen y me conducen a la locura. Nunca se trató de tener una cabeza cuerda, pues los sentimientos se tuvieron en cuenta.
Sentimientos; pasión,desesperación, desazón, tristeza, depresión, humillación.
Todo el sentir me hace tener ganas de querer morir. Arrancarme la piel es lo que anhelo, cubriéndome de llagas que supuren esos sentimientos que no se pueden contener en el interior.
Grita, huye, corre; escapa de aquello que matará tu espíritu sin más miramientos que buscando su propio deleite en aquello que te oprime el pecho. Nubes nubladas se alzan, fuertes y tormentosas, arrasando con lo construido; intentando renovar lo derruido.
A más ver, Samantha Wind.